“Viví mi niñez y mi adolescencia en Jujuy que es una provincia que está al noroeste del país (Argentina) que linda con Bolivia y fue en ese territorio jujeño que conocí la feria de los mercados cholos donde se sitúan la feria americana o de ropa usada en donde se venden no solo ropa en desuso que viene de Estados Unidos, de Corea, de Europa, de China sino que también conviven muchas prácticas y muchas cuestiones de todo tipo: vendedores de coca, vendedores de comida como humitas, alimentos como charqui, papas andinas, remedios caseros, todo tipo de cosas. Para mí, este contraste entre la ropa del primer mundo que es relocalizada en estos escenarios cholos, en conjunto con todas las otras prácticas ancestrales que podríamos decir que se dan en estos espacios, siempre fue una gran experiencia estética. Comencé siendo feriante, yendo a estos lugares a comprar ropa y revendiéndolos en las ciudades donde vivía, en Córdoba, en Buenos Aires y luego utilicé esta materia prima para generar mi obra y es así que llego a las arpilleras plásticas con las que se envuelven los fardos que provienen de los distintos países y que tienen las inscripciones de todo el recorrido que hacen, es decir tienen serigrafiadas la marca de los galpones en donde se empaca esa ropa y a su vez también tienen las inscripciones de los feriantes que van comprando esos fardos en Bolivia, Jujuy, etc.
Yo comencé haciendo tapices inspirados en el textil andino hasta llegar a través de la investigación de varios años a la chakana: es el símbolo por excelencia de la cosmovisión andina que tien muchas y profundas significaciones, es un símbolo para entender los ciclos, para medir el tiempo en las estaciones y también es una herramienta para estar en conexión con la Pachamama, uniendo los tres mundos: el Hanan, que es el cielo, el Kay, que es la tierra y el Uku que es la tierra de abajo o sea, la tierra ancestral. Chakana, justamente, quiere decir “puente que une”, es un símbolo de carácter ritual y sagrado. Lo que yo siento es que traída esa chakana a la escena contemporánea, pienso en su capacidad de unir estos elementos tan disímiles o de hacer convivir todas estas prácticas que veo en estos mercados a través de un solo símbolo, esto es lo que yo llamo también el multitiempo, o sea entre las prácticas y costumbres ancestrales como es una humita hecha de maíz que se hace desde millones de años y prácticas y productos que son de ahora, productos de la globalización y que responden a cuestiones más actuales”.
Candelaria Traverso / Mayo 2020