El trabajo de Nina intenta descifrar mecanismos contemporáneos de control digital, la opacidad de la economía, la alienación que trae la comunicación mediada por intereses privados, el espacio público atravesado por la tecnología. Pensando el deseo y el miedo como caras de una misma moneda, desarrolla su investigación mediante elementos y acciones que apuntan a analizar la paranoia y el control social.
Desarrolla su búsqueda desde una perspectiva vincular entre las personas y con sus contextos, proponiendo elementos que, como ejercicios de desalienación, ensayan construcción de comunidad y espacios de intercambio de las relaciones humanas, sus potencias, y los dispositivos tecnológicos como herramientas conectoras.
Trabajando desde una concepción plástica y nucleadora, Nina organiza situaciones de encuentro como micrófonos abiertos, comidas populares, acciones colectivas en espacio público, combinaciones químicas entre las personas, proyecciones, muestras colectivas. También, acude a múltiples lenguajes, utilizando espejos como material central, soporte y metáfora. Convirtiendo las pantallas en reflejos y los espejos en sistemas de vigilancia internalizada, genera piezas y dispositivos que proponen ilusiones ópticas y juegos semánticos entre el lenguaje y los materiales para explorar parodias de la distopía en curso.